Los héroes Marvel viven una edad de oro en cuanto a popularidad gracias a la pantalla, tan grande que en ocasiones parece olvidarse su origen: los cómics
A estas alturas de la película (y nunca mejor dicho), está claro que Disney sabía lo que hacía cuando compraba los derechos para producir películas con el grueso de los superhéroes de la llamada Casa de las Ideas. Cuando arrancaron su apuesta por los héroes Marvel con Iron Man en 2008 (dirigida por Jon Favreau) estaba iniciando una esmerada planificación de películas-río que, posiblemente por primera vez en la historia, iba a lograr trasladar la idea de complejo "universo ficticio entrelazado", del Universo Marvel a la gran pantalla. En una película de Hulk podía aparecer un personaje de Capitán América. Un concepto en segundo plano de una película de Vengadores será primordial en otra de Capitana Marvel. En 2020 el éxito de la operación es indudable, más de 20 películas entrelazadas en una historia de proporciones titánicas. Independientemente de logros artísticos (ahí está la polémica declaración de Martin Scorsese), la relación entre resultados e intenciones no se puede debatir.
Sin embargo, a todos aquellos que somos o hemos sido lectores de los tebeos Marvel todo esto del gran crossover no nos suena precisamente como algo novedoso. De hecho, está en el ADN de los comic-books que crearon en los años 60 un equipo de autores hoy clásicos, como Stan Lee, Kack Kirby o Steve Ditko para dar voz a personajes hoy míticos como Spider Man o los X-Men.
Bien, quizá sea buen momento hacer ver a toda una nueva generación de fans de personajes como Thor, Hulk o Capitán América que todos esos maravillosos caracteres han nacido hace muchos años en páginas de humildes y económicas revistas de historieta. Y quizá lo sea porque en los últimos tiempos están surgiendo algunas obras dentro de Marvel que merecen la pena. Pueden atraer a las viñetas a toda esa gente que admira las películas pero ignora los cómics.
Hace algunos años surgió un movimiento de autores que imprimieron nuevas ideas y frescura formal a colecciones más o menos secundarias de Marvel. Series a cargo de autores de marcado signo personal cómo Mike Allred o David Aja. Ahora, en 2020, encontramos una Marvel en la que también algunos de sus personajes más icónicos han mostrado una etapa interesante. Así por ejemplo, el fin de trayecto en la cabecera de Thor de la larga etapa del guionista Jason Aaron, quien ha renovado el discurso del dios del trueno, por ejemplo, convirtiendo durante una etapa al dios en diosa.
Otro icono de Marvel, el iracundo Hulk, ha sido objeto de atención gracias a la última etapa del personaje. Esta ha sido guionizada por Al Ewing y dibujada principalmente por Joe Bennett. Con ellos al timón el gigante verde ha cobrado inesperados matices en una serie que prácticamente podemos definir como de terror post apocalíptico.
Y más iconos de la casa gozan de una renovación necesaria. Los X-Men están ahora disfrutando de uno de sus momentos más celebrados. Dinastía de X y Potencias de X son los dos títulos que hay que seguir si te gustan los mutantes. En ellos el guionista Jonathan Hickman y los dibujantes Pepe Larraz y R. B. Silva están logrando lo que parecía un imposible: renovar una de las franquicias más explotadas de la editorial, acercándola a las etapas de Grant Morrison e incluso a la época histórica de Chris Claremont y John Byrne.
Quizás el título de los Guardianes de la Galaxia no puede señalarse dentro de este grupo de eficaces actualizaciones, sus logros son modestos, pero es importante, ya que su guionista Donny Cates se ha revelado como la nueva gran estrella de Marvel.
El universo Cates
Cates es un escritor que ya llevaba un tiempo llamando la atención, pero es a día de hoy cuando es ineludible describirle como, posiblemente, guionista estrella de Marvel. Y lo es porque en sus series, más allá de ir concibiendo las nuevas aventuras de diversos personajes, está logrando cohesionar un universo propio en el que va aportando ideas y personajes que entremezcla con gran habilidad. Si para Veneno está elaborando una cosmología propia, uno de sus personajes puede reaparecer en Estela Plateada Negro. Si un agujero negro devora a un grupo de héroes en Los Guardianes de la Galaxia, ello puede dar origen a una nueva serie.
Dentro de este plan digamos general hay que destacar dos títulos: los citados Veneno y Estela Plateada Negro. En el primero y con el concurso ilustradores eficaces como Ryan Stegman, logró mezclar el estilo desaforado e incontinente de los años 90 (y del ilustrador Todd McFarlane en particular) con las cerebrales cirugías al género que había realizado Alan Moore en los años 80.
Y en Estela Plateada Negro se apoya en el alucinante virtuosismo de Tradd Moore para renovar en una miniserie de cinco números a uno de los personajes más queridos de la editorial. Del mismo modo que su Veneno combina estilos aparentemente dispares, en esta historia aúna el espíritu cósmico de la Marvel más clásica, con mención especial para los delirios de Jim Starlin en los años 70, con aquella mirada psicotrópica y experimental de la revista francesa Metal Hurlant.
Así que quien quiera acercarse a lo que se cuece hoy los cómics Marvel está de enhorabuena ya que encontrará series renovadas y de gran calidad. Si alguien además tiene el capricho de conocer la historia de este universo también está de suerte: se está publicando Historia del Universo Marvel, cómic en el que inevitablemente destaca el trabajo titánico del ilustrador Javier Rodríguez. Y si finalmente el lector quiere ser un verdadero nuevo sibarita de la Marvel también está de enhorabuena: Panini está publicando una colección de facsímiles que rescata números clásicos como el primero del Capitán América o la primera aparición de Lobezno. Como decía Stan Lee, todo "excelsior!".