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viernes, 24 de enero de 2020

LAS 5 RAZONES POR LAS QUE JOAQUIN PHOENIX SE VA A LLEVAR EL ÓSCAR A MEJOR ACTOR POR ‘JOKER’

1. Hollywood tiene fijación con los villanos

La mayoría de actores que han tenido papeles oscarizados eran villanos. Si no, recordemos al inquietante Hans Landa de Malditos Bastardos, quien le otorgó su primer Óscar a Christoph Waltz, o a Anthony Hopkins en El silencio de los corderos. ¿Y qué dicen de Vito Corleone en El PadrinoJ. K. Simmons en Whiplash o Daniel Day-Lewis en Pozos de ambición? O el mismísimo Heath Ledger en El caballo oscuro. Arthur Fleck es tan (o más) temible que todos ellos.

2. La locura siempre vende

Los personajes complejos con desviaciones, taras o enfermedades mentales graves siempre son difíciles de interpretar y a la Academia le gusta premiarlos. Daniel Day-Lewis lo consiguió en Mi pie izquierdo. También Jack Nicholson, quien fingió ser un desequilibrado en Alguien voló sobre el nido del cuco y Peter Finch, el loco lúcido de Network. Y ya no solo hablamos de la locura, sino del drástico cambio físico que ha experimentado Phoenix para meterse en el papel, que es digno de admiración. Esa carjacada desquiciada no puede caer en el olvido.

3. Un éxito de taquilla oscuro

Joker ha sido un taquillazo, como todo el mundo esperaba, pero además rompe con la estética bienintencionada de otras películas de superhéroes (a pesar de que Joker, técnicamente, no lo es) y propone un universo oscuro, repleto de parias y asesinos despiadados que no se cortan en demostrar toda su barbarie. Hay sangre, mucha sangre, y violencia a raudales, algo muy transgresor en una película de este tipo, a pesar de que pertenece al universo DC, que siempre ha sido más radical que Marvel.

4. Cine político con demasiada actualiad

Más allá de quién interprete qué, Joker es una película política que habla de los cambios sociales, de la exclusión de las minorías y de la revolución cada vez menos silenciosa de la masa contra el establishment. Hay demasiada actualidad entre las hirientes carjacadas de este payaso malherido. Es una película actual, reivindicativa, que pone de relieve la facilidad con la que la población puede ser llamada a la movilización con las condiciones propicias.

5. Joaquin Phoenix nunca ha ganado un Óscar

Tres nominaciones por tres papeles brillantes, pero ningún premio. Primero fue por Gladiator en 2000, después por En la cuerda floja en 2005 y, finalmente, el culmen de su carrera llegó con The Master en 2012, bajo las directrices de Paul Thomas Anderson. Ya es hora de que Phoenix se lleve un Óscar. ¿Dejará pasar la Academia la oportunidad de premiar la genial transformación del actor?

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